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Nada es más alto que Dios

Equidad médica ahora

Sinopsis

Nadie es alguien para juzgar en esta desafiante vertiginosa historia de liderazgo, la zona gris en que cualquier cáncer, evento único e individual como tu mismísima personalidad y sangre, te hace el llamado a seguir la intuición para explorar opciones, preguntarte qué tanto deseas aprender sobre salud preventiva ahora que tu ser te corona militante en una cruzada mundial como son los padecimientos físicos o enfermedades crónicas.

Una condición médica poco documentada con naturaleza altamente sensible, en una experiencia apocalíptica, gracias a la misericordia de un hospital en California, la frontera de mayor tránsito del planeta abre paso a 3 mexicanos, ya que se encontraba completamente cerrada por motivos de pandemia. Este idílico lugar responde SI, aquí sabemos curar a esta joven gestionando tratar el cáncer de la primogénita del clan, logro que rebotará en todos los hospitales del mundo, no solo la ambulancia digital debe fortalecerse, también buscar consultas remotas desea comunicar.

Beatrix Stierlin dona testimonio de años, cómo ha cambiado su perspectiva ante la era digital, te invita a curiosear y planear estrategias de vida, documentar fisicamente acciones para ayudar a germinar una gran idea gestionando un mundo más empático. Vivimos decodificados lo que hagas es válido y existen muchos caminos alternos, la vida reside en tus manos como antes nunca, no habrá ente que pueda acompañarte tal ella lo vivió buscando el bienestar de los suyos. Hacer tu trabajo de la mejor manera es el mandato, encontrar el valor puede ser desafiante ya que se siente como estar en un cuarto a oscuras, sólo recuerda que el Creador endorza lo luminoso y siempre habrá asistencia Divina.

Nada es más alto que Dios es un susurro de cariño, lo único urgente es vivir.

La muerte enfermedad incurable, los libros curan la más peligrosa de las enfermedades humanas: ignorancia, si en nuestro universo reside el tamaño del saber, cómo poder luchar por algo desconocido, teniendo tiempo limitado para decidir, pobreza en conocimiento o hasta tener que migrar obligatoriamente, los sobrevivientes de padecimientos y sus familias necesitamos educarnos, pero las campanas están doblando para todos.

Seres extraordinarios: personas medicina, de diversos países, tejen este caso multicultural, mismo que no reconoce raza, fronteras, nacionalidades, ante la enfermedad esto es irrelevante, los Doctores son nuestros mas altos generales de combate recordemos que si nos curan le debemos literalmente la vida, ellos se educan a diario, la participación de la sociedad es la que apremia y no solo consiste en contribuciones económicas, cómo puede ser cuantificable el valor que cada persona aporta a la ciencia.

Reconstruir la diplomacia mexicana esta pasando inadvertida y pudiera proporcionar soluciones significativas en problemas apremiantes o conflictos mundiales, Estados Unidos de Norteamérica tiene de vecino un país latinoamericano altamente empático con la pobreza y el marginado sirve de importante corredor migratorio tema de seguridad mundial, gran barrera es el lenguaje, pero la poca educación de los rasgos culturales de dichos vecinos nos lleva a una serie de reflexiones arrojadas en este relato que harán viajar a tu corazón de manera indescriptible.

Herencia y genética toman protagonismo, apreciarás la importancia de la documentación física de historias o acervos familiares y personales en época de auge digital, en cualquier momento puede ser borrado tu historial médico o testimonios de voluntades pueden ser digitalmente manipulados, respaldar físicamente se vuelve esencial. Este Holocausto moderno nos tiene luchando por sobrevivir, pero sólo el tiempo con documentación física acompañada de escritos de puño y letra de hechos emocionales podrán revelar en el futuro si hubo crímenes ocasionados a la Humanidad o intentos ignorantes bondadosos de todo tipo de activismos para conservar la dignidad humana en un mundo altamente encarecido.

Quien pudiéndolo hacer, no impide que se comentan actos ignorantes se encuentra estimulándolos, la historia nos lo enseñará, este relato es manifiesto mexicano expresando y aceptando públicamente adicción a la corrupción e impunidad como primer señal de querer buscar la desintoxicación de la misma, barrera cultural que aisla a quien desee ayudar externamente, el que pide ayuda debe demostrar merecerla y estar dispuesto a servir, la moralidad es su estandarte ya que hay que saber confiar en las personas.

El infierno también se escarmienta en vida, aveces puede ir tomando forma de indiferencia humana, cura a la inequidad médica puede ser la educación y generosidad emocional individual, nuestra filantropía pudiera estar dependiendo de ello, sin embargo leer cómo se vive cuando estas sobrepensando lo que padece un hijo puede guiarte al sobreamor, sublimar experiencias personales expone la autora provee una paz indescriptible.

Beatrix Stierlin

Residente de Sinaloa, México. La mayor parte del tiempo en Culiacán; cinco años en Guasave, quince en Los Mochis. La autora es tan mexicana como el suelo que hoy pisa. Estudió en el ITESM la licenciatura en Administración de Empresas, aunque, curiosamente, su formación académica estuvo orientada a la carrera de Relaciones Internacionales, pues su corazón y su mente siempre han sido los de una ciudadana de tiempo completo del mundo y para el mundo. Su tutor académico, al ver las tempranas inquietudes de ella cuando cursaba la materia de Diplomacia, le dijo categóricamente que, si ella no era capaz de aprender a aceptar una postura neutral e imparcial hacia los temas de índole multicultural, no era la mejor candidata para terminar esa carrera. Esto no la hizo desistir: la motivó. Así, usó sus logros académicos como tópicos y terminó sus estudios mientras trabajaba la mitad del tiempo en el negocio de su Padre, un prominente industrial. De esta manera, pudo estar cerca de él no sólo personal, sino también profesionalmente, en los últimos años de su existencia física. Multifacética y creativa, como su linaje, escribió esta obra para comunicar la necesidad de pedir ayuda en el tema médico que está atravesando con su hija, y, a su vez, alzar la voz por lo vivido durante esta desafiante experiencia; la comparte y hace universal, ya que es realmente preocupante la indiferencia humana hacia el AYA cáncer y la neurofibromatosis, así como los aspectos legales, psicológicos y económicos que implican.

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